Cuando la solidaridad no tiene fronteras

Una pareja oriunda de Buenos Aires visitó dos escuelas rurales del departamento y realizó importantes donaciones a sus alumnos.

En la mañana de hoy, Cristina Vivas y Rubén Rabina viajaron desde La Matanza para seguir con un proyecto solidario que incluye a niños y niñas santarrosinos. Ellos tenían una librería, la cerraron y decidieron donar todos los artículos que les quedaron a escuelas rurales, en e caso las elegidas fueron la Pedro Del Castillo de La Cieneguita, y la Juan Benedetti de Balde Piedra.

Cristina y Ruben se pusieron en contacto con el Municipio de Santa Rosa y rápidamente se montó un operativo con las áreas de Zoonosis, Desarrollo Social y Educación para que además del material literario se sume: juguetes, ropa, calzado que fueron entregados a 15 chicos y chicas de cada institución. 

El momento fue mágico, no solo para Cristian y Rubén que entre lágrimas contaron su historia, sino también para toda la comunidad educativa que de pronto vió como crecieron sus bibliotecas con obras literarias para no perderse. Antes del regreso compartieron un chocolate con tortitas y charlaron con todos los miembros de la escuela.

¿Cómo llegaron a Santa Rosa?

Hace dos semanas esta pareja se contactó con María Elena Donaire, una amiga en común que tienen en Santa Rosa. Ella es la Jefa de Zoonosis del Municipio de Santa Rosa y  los ayudó a elegir qué escuelas querían visitar. 

“Nos vamos satisfechos por la atención y recibimiento de la gente de Santa Rosa”, comentó Ruben mientras disfrutaba unas tortafritas en la escuela. Su mujer, Cristina recalcó la vocación que notó en las maestras, ya que los animan a estudiar y avanzar a los chicos, “me quedé sorprendida y me di cuenta que acá se trabaja”.

Ambos eligieron ayudar en el interior del país ya que, explican que en Buenos Aires es otro sistema y la ayuda no siempre llega, sin embargo, recorriendo personalmente los lugares se aseguran que van a ser más aprovechadas las donaciones.

Cristina, conmovida por la felicidad que vio en cada niño y niña, cerró “Venir a estas escuelas me alegro mucho el corazón”

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